En este escenario, el concepto de Economía Circular surge en contraposición a la Economía Lineal actual.

La Economía Circular es el nuevo paradigma de producción donde se conserva al máximo el valor de los recursos (materiales, agua y energía) y productos, en ciclos técnicos y biológicos. La Economía Circular proporciona múltiples mecanismos de conservación y creación de valor no vinculados al consumo de recursos finitos para que nuestra relación con la Naturaleza sea mucho más sostenible, equilibrada en definitiva. 

Es una situación en la que no sólo existe un beneficio económico (ahorro por medidas de eficiencia, nuevas oportunidades de negocio o acceso a beneficios fiscales), sino también para el medio ambiente (menor consumo de recursos y menor contaminación) y el conjunto de la sociedad (empleo y mayor calidad de vida). 

Pero, ¿cómo se aterriza todo esto a nivel organización? En un principio, la Economía Circular se relacionó exclusivamente con la gestión de residuos y especialmente, el reciclaje. Resulta muy visual el cierre del círculo si su último eslabón se conecta con el primero, es decir, si se utilizan los materiales al final de su ciclo de vida como materias primas. Pero en la Economía Circular el cierre de ciclos tiene lugar en todas las fases del ciclo de vida, no sólo en la final y en relación a todos los recursos, como el agua o la energía, no sólo los materiales. 

En ecocir sabemos que la Economía Circular es todavía más. Es un cambio de mentalidad. Para hacer las cosas bien, no menos mal. Es un paraguas que acoge distintas corrientes como la ecología industrial, la economía azul o la economía colaborativa.

En ecocir creemos en el concepto más integrador de la Economía Circular.  Analizamos los procesos productivos y recursos con criterios de circularidad, identificamos nuevas oportunidades de negocio a través de los mecanismos de conservación de valor y gestión circulares y a toda nuestra actividad cruza un eje transversal de búsqueda de beneficio social.